La privilegiada situación de Cantabria entre las altas cumbres de la cordillera Cantábrica y el mar Cantábrico le confieren una belleza espectacular, en la que se alternan paisajes de mar y montaña.
Sus abundantes bosques, ver praderías y extensos valles aportan a los amantes de la naturaleza en el entorno idóneo para la práctica de deportes al aire libre.